16.08.11. Muertes en viviendas por monóxido de carbono.
Todos los años principalmente a partir del inicio del invierno se producen miles de muertes en todo
el mundo por intoxicación con monóxido de carbono, CO.
El monóxido de carbono es un gas incoloro e inodoro que se puede llegar a producir en las viviendas por la combustión
incompleta de combustibles de origen fósil como el gas natural, butano o propano que utilizamos en nuestros calentadores
domésticos o calderas atmosféricas (las que utilizan el oxígeno del local en el cual están para producir la combustión del gas).
La combustión del gas natural, butano o propano en calderas atmosféricas en presencia de suficiente oxígeno genera como
productos de la combustión dióxido de carbono y agua; si el oxígeno necesario para la combustión es insuficiente se
genera en lugar de dióxido de carbono, monóxido de carbono.
Son varias las causas que pueden provocar un defecto de oxígeno y con ello una combustión incompleta.
Una de ellas desgraciadamente muy extendida es tapar la rejilla de entrada de aire del exterior, con la excusa de
que “entra mucho frío”; esto puede hacer que el aire en el local en que el están instalados la caldera atmosférica,
el calentador, la estufa o la cocina de gas sea insuficiente para aportar la cantidad de oxígeno necesario para una
correcta combustión, el resultado son muertes.
La utilización campanas extractoras de tiro forzado colocadas posteriormente al diseño de la instalación de gas,
también puede producir problemas de este tipo si no se ha estudiado adecuadamente su instalación y dónde.
La reglamentación de instalaciones de gas de diferentes países suele prohibir la colocación de campanas extractoras
de tiro forzado en locales que no hayan sido diseñados específicamente para ello. La utilización de esas campanas
simultáneamente con el uso de la caldera o calentador atmosférico puede provocar que el aire del local vaya hacia
la campana extractora al ser de tiro forzado creando un defecto de aire o una zona en depresión alrededor del calentador
o caldera, un defecto de aire crea también un defecto en la combustión con lo que la combustión puede ser incompleta.
Si a esto le sumamos que la colocación de esta campana en edificios ya construidos se realiza aprovechando una
chimenea ya existente (de cocina económica de carbón y leña, o salida de ventilación mediante shunt) con salida paralela
a la chimenea de la caldera o calentador y protegidas ambas por una caperuza “para que no entre agua de lluvia”
(agua que en la mayoría de las ocasiones es de condensación) el resultado es que el aire aspirado y expulsado a
presión por el ventilador de la campana extractora (extractor centrífugo de caudal entre 400 y 800 m3/h) al salir
por la chimenea y tener su salida perjudicada por la caperuza crea una sobrepresión que o bien hace que entre y descienda
por la chimenea de tiro natural de la caldera perjudicando su tiro o bien hace que esta sobrepresión perjudique el tiro
natural de la caldera impidiendo la salida de los productos de una mala combustión. El resultado es que el CO producido
por la falta de aire necesario para la combustión retorna al local o no sale de el, produciendo un riesgo creciente de
intoxicación por monóxido de carbono.
El no tapar las rejillas de entrada de aire en locales con aparatos de gas atmosféricos favorece la correcta
combustión del gas y evita el riesgo de producción de CO.
La utilización de otra salida alejada de las de tiro natural para la campana extractora, es decir diseñar
el edificio específicamente para que se puedan instalar campanas extractoras, impide la sobrepresión y no
perjudica el tiro natural de las calderas atmosféricas, no impidiendo el tiro y salida de los gases productos de la
combustión. La utilización un selector eléctrico que impida que funcionen simultáneamente, en estos casos, la campana
extractora y la caldera de gas, impide también la zona en depresión con posible falta de aire para la combustión completa
del gas de la caldera atmosférica y la sobrepresión en la salida.
La utilización de calderas estancas también evita este problema, ya que el aire necesario para la combustión lo
toman directamente del exterior.
Desgraciadamente en muchas ocasiones en estas muertes no siempre son suficientemente analizadas sus causas achacándolas
a “fugas de gas”, utilización de “estufas industriales” u otros motivos, cuando la razón de ellas ha sido falta de
aire para producir una combustión completa del gas, añadido a un problema de tiro natural.
Miguel Alvarez.
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